BIM: Información de construcción a prueba del futuro
Resumen
La construcción vive una revolución digital, y con ella surge el desafío de preservar el conocimiento que hoy generamos. Este artículo explora la paradoja entre la durabilidad de los archivos en papel y la fragilidad de los modelos BIM, proponiendo estrategias innovadoras para garantizar que el legado constructivo de nuestras decisiones y métodos perdure en el tiempo. Descubre cómo transformar un riesgo de obsolescencia en una oportunidad histórica para el futuro.
El Legado Digital de la Construcción: Un Llamado a la Acción
I. Del Papel al Pixel: El Valor del Legado Constructivo
En los archivos de estudios de arquitectura tradicionales y en las empresas constructoras, aún conviven planos en papel que narran la evolución de nuestras ciudades. Estos documentos, a pesar de su fragilidad física, han resistido el paso del tiempo y mantienen viva la memoria de nuestro patrimonio edificado. Sin embargo, en la era digital, surge una inquietante paradoja: mientras los modelos BIM aportan una riqueza informativa sin precedentes, también enfrentan el riesgo de volverse inaccesibles para las generaciones futuras.
II. La Era Digital y el Desafío de la Obsolescencia
La transformación digital ha revolucionado la forma en que diseñamos, construimos y gestionamos proyectos. El Building Information Modeling (BIM) permite crear modelos virtuales que integran datos esenciales sobre materiales, costos, programación y mantenimiento. Esta complejidad, que confiere valor a los proyectos, se convierte también en su talón de Aquiles. ¿Qué sucede cuando intentamos abrir un archivo creado en el software de los años 90? Tiempo atrás revisando los discos duros de backup que poseo encontré documentos hechos en Word y Excel en la época universitaria, rondaban los 90s y aún se coexistía con el DOS y el Windows 95. Después de una buen rato intentando recuperar dichos archivos recién pude, con la ayuda de un emulador, visualizar los trabajos que en esos años hice en la universidad. Si ya es complicado recuperar la información para documentos sencillos como eran esos textos universitarios, ¿qué futuro les espera a nuestros sofisticados modelos BIM en las próximas décadas?
III. Estándares y Estrategias para la Preservación Digital
La comunidad internacional ha respondido al desafío con iniciativas como la creación del formato IFC (Industry Foundation Classes) por buildingSMART International. Este formato de intercambio abierto es un primer paso crucial para superar las limitaciones de los software propietarios. Además, la norma ISO 19650 establece un marco global para la gestión de la información en proyectos constructivos, subrayando la importancia de la preservación a largo plazo. Sin embargo, la existencia de estándares no garantiza su implementación efectiva.
IV. El Rol del Profesional y la Transformación Organizacional
Actualmente, muchas organizaciones priorizan la coordinación y el control de costos, relegando la preservación digital a un segundo plano. Es imperativo cambiar esta visión y comenzar a considerar los modelos BIM como activos digitales que formarán parte del patrimonio constructivo del futuro.
Para ello, el Plan de Ejecución BIM (BEP) debe evolucionar, incorporando protocolos robustos de preservación que incluyan:
- Exportaciones periódicas a formatos abiertos como el IFC. De esta manera archivos propietarios como los de Revit, VectorWorks, Archicad u otros podrán tener cierto grados de resistencia al tiempo.
- Documentación exhaustiva de decisiones de modelado, parámetros y relaciones entre elementos.
- Roles especializados, como el Gestor de Información BIM, encargado de asegurar que la información se conserve y sea accesible a largo plazo.
- Uso de blockchain en el archivo de largo plazo: Mediante el uso de blockchain garantizar que los archivos de proyectos emblemáticos sigan inalterados a través del tiempo, mediante la preservación de su contenido, su firma o hash en una cadena de bloques se evitará que se manipulen y con ello se altere la información inicial.
La formación continua en estándares y mejores prácticas, junto con la validación rigurosa de los modelos y procesos, debe ser una prioridad para todos los actores del sector.
V. Hacia una Cultura de Preservación Digital Sostenible.
La preservación digital no es una carga adicional, sino una oportunidad para crear valor a largo plazo. Modelos BIM bien conservados ofrecen beneficios que trascienden la mera gestión de proyectos: proporcionan protección legal, facilitan el mantenimiento de activos y se convierten en recursos invaluables para futuras investigaciones, intervenciones y aprendizajes. El compromiso colectivo de empresas y profesionales es esencial para evaluar prácticas actuales, identificar brechas y diseñar estrategias que aseguren la continuidad del legado constructivo.
Conclusión
El futuro de la industria de la construcción depende de nuestra capacidad para salvaguardar el conocimiento que hoy generamos. Los modelos BIM son mucho más que representaciones geométricas: son testimonios digitales de nuestras decisiones, técnicas y métodos. Uniendo este planteamiento con la creación de una enciclopedia abierta de conocimiento es importante la preservación de la información de diseño tanto como los textos, procedimientos, manuales y demás documentos para plantear mejoras en el tiempo y mejorar la industria de la construcción. Preservar esta información es un imperativo profesional y una responsabilidad ética que no podemos postergar. Solo a través del compromiso, la innovación y la colaboración podremos transformar el desafío de la obsolescencia en una oportunidad para enriquecer el patrimonio constructivo de las futuras generaciones.